Smart city, hasta que punto?

Una ciudad inteligente. El concepto de «smart city» conduce en la mayoría de las veces a que hablemos de tecnología, innovación tecnológica. Este concepto en realidad no está bien expresado, desde mi perspectiva. Una ciudad inteligente, no necesariamente ha de ser moderna y tecnológica. Ha de ser una ciudad donde su metabolismo urbano funcione en harmonia entre todos los habitantes.

Harmonía. Identidad. Funcionalidad. Sostenibilidad. Igualdad. Accesibilidad. Una ciudad, un territorio urbano donde sus características históricas, sus palimpsestos, sus detalles y su esencia y encanto no sean destruídos, olvidados o abandonados. La historia de un territorio representa la historia de una cultura, de costumbres. Por que en la actualidad hay sempre la necesidad de modernizar cambiando las cosas, destruyendo y construyendo de nuevo, de traer la tecnología y la mayor dependencia energética y consumista?

Los barrios han perdido identidad para las grandes empresas inmobiliarias, los grandes comercios, las redes hoteleras. Barcelona, por ejemplo, está cada vez más colonizada por los turistas, por hoteles y comercios -todo centrado en el sector turístico-. Caminar por puerto olímpico, por Barceloneta, por Montjuic es querer estar en medio de «guiris» todo el momento. Ya no sabes en que país estás, en que ciudad, en que barrio. Te pierdes, te agobias con tanta gente, te molesta por tanto ruido y tanto comercio. Y si quieres encontrar la tranquilidad en medio a este caos, has de madrugar y salir a caminar por la orla por las 5h30-6h.

Barcelona es una gran ciudad y cada vez más gana tamaño y importancia. Pero no hemos de olvidar que esta ciudad también es territorio de muchas personas que pasan sus vidas enteras aquí. Personas que han visto la ciudad transformarse completamente. Personas que tenían una identidad con su territorio pero que con el tiempo han tenido que adaptarse, aceptar la nueva realidad. Y todos aceptan? Muchos no, pero muchos tampoco dicen nada, no se manifiestan. Hay detalles de un territorio que no se pueden perder en la historia, porque sino perderán identidad, cultura.

La vida de barrio, la economía local, los mercados de intercambio, la no necesidad de coche para llegar al lugar deseado, los huertos, las escuelas, los mercadillos. Todas estas características que eran muy comunes en las generaciones pasadas, ahora ya no son. Todo ahora es distante, es necesario grandes desplazamientos, mucha comida es importada, las personas caminan menos, compran más y intercambian menos, se desplazan más en transporte público y privado que con sus propias piernas caminando. La sociedad cambió sus hábitos de acuerdo con los cambios en el territorio y la aparición de nuevas necesidades. Todo para aumentar el consumo de combustibles fósiles: hemos de desplazarnos más, comprar más. Una sociedad capitalista movida por grandísimas empresas que controlan el poder publico y con eso el territorio, el mercado, la cultura, la identidad de las ciudades, las personas.

Pero ahora que el petroleo se acaba, todos estos cambios han de deshacerse. Sería posible eso? Volver a la sociedad anterior, a la anterior a la 2ªRevolución Industrial? Ahora el reto es crear ciudades capaces de autosostenerse sin la dependencia de los combustibles fósiles. Tendríamos que volver en el tiempo y arreglar todo. Pero sabemos que no es posible, entonces empezamos a proponernos grandes cambios en la socidad, en la economía, en la cultura, en los hábitos de cada ciudadano, para que se adapten a una nueva realidad. Una realidad donde hemos de emitir menos carbono, mitigar el cambio climático, desarrollarnos de forma sostenible. Esto todo ya lo hacíamos antes. Viene ahí el gran desafío de la humanidad: Seríamos nosotros, capaces de cambiar nuestros hábitos diários y consumir menos, desplazarnos menos, caminar más, intercambiar más y ser más solidario?

La 3ª Revolución Industrial que propone Jeremy Rifkin está basada en dos aspectos claves: las nuevas tecnologías de información y las energías renovables. Desde mi perspectiva las TICs realmente son el futuro de la humanidad. Una forma de conectar a muchos de diferentes territorios y a gran distancia. Una globalización virtual. Ya está siendo la manera de hacernos desplazar menos y conectar más. Nos estamos dando cuenta que ya no es necesario coger aviones para ir a conferencias, para ir a trabajar en empresas o comprar cosas. Todo se puede hacer por Internet, por las redes sociales, por las webs de compra y intercambio. Es un detalle que si continúa con este potencial será la gran clave para disminuir las emisiones de CO2. El otro aspecto que será clave en la TRI serán las energías renovables. Un tipo de energía conectada directamente con la vida local, el mercado local. No aumentar la dependencia energética sino que apostar por la eficiencia energética, a través de las construcciones bioclimáticas, el comercio y la producción local. Promoverlos entre las comunidades de los barrios. Promover el intercambio al invés de la compra. Ser más solidarios entre todos intercambiando productos y servicios. Creo que si apostamos por estos dos aspectos claves podríamos volver a tener territorios con identidad, con cultura, con hábitos realmente sostenibles, en equilibrio con el medio ambiente y en harmonía entre los ciudadanos y el territorio.

Viene ahí el gran congreso internacional en Barcelona sobre las Smart Cities. Yo estaré trabajando en este congreso y acompañando de cerca las próximas tendencias en este tema. Espero, con ilusión, que la tecnología no sea el centro de los debates, sino que la gestión del territorio. No son las empresas quién realmente transformarán las ciudades en verdaderos territorios inteligentes, sino que serán los própios ciudadanos. Son las TICs y el comercio local. Una mezcla de globalización virtual y vida local, como muchos han estado poninendo el nombre de GLOCAL. Hemos de empezar a pensar en las 3R de la Smart City. Hemos de depender menos de las grandes empresas que controlan nuestra manera de vivir, de pensar, de actuar. Hemos de comprar menos, gastar menos energía, generar menos residuos, y intercambiar más, caminar más, reciclar más, ser más solidarios. El futuro de nuestro planeta está más que nunca en las manos de cada ciudadano.

2 comentarios en “Smart city, hasta que punto?

  1. We must open our minds to reuse, recycle, save energy, produce less waste. I definetely agree with you Cinthia when you say that we should use our legs and feets, or at least cycling or using busses, trains, subways instead of put ourselves into a car for each person. This is a stupid idea. You can see what is going on in São Paulo where we have more cars than number of persons. Realy stupid. The velocity in rush hour is about 20 km/hour.

  2. Molt bona reflexió, tot i que no acabo d’estar molt segura de que el concepte de smart city vagi pel camí de menys desplaçaments sinó més aviat cap a desplaçaments més eficients energèticament.
    M ‘agradat molt la frase: «No son las empresas quién realmente transformarán las ciudades en verdaderos territorios inteligentes, sino que serán los própios ciudadanos». Aviam si conseguim fer el nostre territori un territori intel·ligent 🙂

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